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Pintor nacido en Sevilla, que hizo su centro de arte en la pintura religiosa y llenó templos, conventos y museos de cuadro al estilo de su famosa Inmaculada, la más popular de las imágenes marianas, en variedad de versiones.
Estudió la imaginería pictórica con interés en colecciones y museos de su ciudad de Sevilla, sobre todo aprendió de los barrocos italianos y flamencos.
Sus primeras obras, "La Virgen María" y la "Sagrada Familia", reflejaron ya un tono más humano y sencillo y reflejos de pequeños detalles y escenas de la vida cotidiana gustaron muchos a los destinatarios. Eso le incrementó el trabajo encargado en su taller. Y multiplico sus producciones llenas de dulzura y sentimentalidad, de claridad de color y de limpieza de figura, de modo que supo conjugar la piedad andaluza con la variedad de sus múltiples encargos.
Obras como "La Sagrada Familia del pajarito" de 1650 y las "Escenas de vidas de santos", once realizadas entre 1645 y 1647, le dieron gran fama.
En 1660 fundó y presidió la Academia de Dibujo de Sevilla. Se especializó en escenas realistas, con moderación algo distante del barroco trágico de su tiempo, y con gran capacidad de emoción en los que difundió con abundancia. Así aparece en cuadros costumbristas y profanos como en el "Niño pordiosero" o en religiosos como "La Virgen y el Niño con santa Rosalía de Palermo".
De 1671 a 1674 decoró la iglesia de la Caridad de Sevilla, cuyas obras luego se dispersaron por diversos museos de Europa, desde San Petersburgo hasta el Prado de Madrid.
La obra más "catequística" de Murillo fue la imagen de la Inmaculada Concepción, de la que diseñó diversas versiones, llenas de gracia juvenil y tierna piedad no exenta de naturalidad y de idealismo por el vuelo de los ángeles que la rodean.
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